viernes, 2 de marzo de 2007

capitulo 4

los días pasaban y yo Juan Emanuel quintero ya tenia todo lo que un hombre podía tener, una familia, pequeña ya que eramos mi abuela y yo. no teníamos mas familiares ya que mi abuela era hija única y sus primos ya habían muerto y no quedo nadie en la familia.
tenia amigos y mi guitarra. casi tengo una banda, pero no paso mas de un puñado de días ya que por razones de desacuerdo, nos disolvimos y ni siquiera habíamos ensayado un vez.
una vez fuimos a un campamento con la iglesia que fue capitaneado por el padre. y en esa noche se contaron muchas historias de fantasmas, todas muy conocidas y muy ridículas, al punto que no asustaban a nadie.
pero a eso de las 2 de la mañana el padre dice yo les voy a contar una historia y se puso a hablar de una mujer que murió a una edad muy joven, de una pena muy grande, murió por que en su vida había conocido todos los placeres terrenales, pero nunca había conocido el amor y por eso su alma divaga todas las noches hace 40 años. en busca de ese amor que nunca encontró.
y nunca iba a descansar en paz.
esa historia me hizo pensar y me di cuenta que nunca me había enamorado y en mi mente vino la pregunta: ¿que pasa si me muero joven y hasta ese día nunca conocí el amor que sera de mi alma? ¿sera verdad que divagare por la eternidad hasta que lo encuentre?. pero después vino a mi una sonrisa ya que era joven y nunca iba a morir ya que tenia todo en vida, y era perfecta, no necesitaba el amor.